En el vasto océano, una ballena madre nadaba ansiosamente con su cría, sintiendo que algo andaba mal. Un parásito se había adherido a su cría, causándole angustia con cada movimiento. Desesperada por encontrar ayuda, guió a su cría hacia un grupo de buceadores cercanos, dando vueltas alrededor de ellos en una muestra de confianza y entusiasmo.
Los buzos se dieron cuenta rápidamente del problema y se acercaron con cautela, trabajando con sus delicadas manos para eliminar el parásito. Tan pronto como la plaga desapareció, la cría de ballena nadó libremente, sus movimientos ahora llenos de facilidad y confianza.
La madre se quedó allí un momento, casi como si expresara su gratitud, antes de desaparecer elegantemente en el mar profundo con su cría. Fue una muestra impresionante de la inteligencia y la confianza que las ballenas pueden depositar en los humanos cuando más necesitan ayuda.
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